El parto prematuro es el tipo de parto en que la madre regresa a casa y el bebé se queda en el hospital. Tener un parto prematuro o pretérmino puede suceder aunque la madre cuente con muy buena salud y haga todo “correctamente” en su seguimiento médico del embarazo. Los expertos aún no logran detectar todas las causas que lo originan.
Sin embargo, se ha observado que las causas más frecuentes son las infecciones en vías urinarias y vaginales que no fueron tratadas (correctamente) durante el embarazo y que pueden provocar la ruptura prematura de membranas (RPM) -una vez rota la fuente se acaba el embarazo.
Otras causas son los problemas anatómicos de la matriz, anormalidades en la placenta o malformaciones en el feto; también están propensas a tener un parto prematuro las mujeres que:
* ya han tenido un bebé pretérmino
* tienen un embarazo gemelar o múltiple
* fuman
* están bajas de peso al embarazarse
* consumen alimentos poco saludables
* tienen mucho estrés en su vida
* anteriormente han tenido abortos (provocados o no)
* realizan trabajo pesado en casa o en el trabajo
* son víctimas de violencia en casa o afuera
* tienen edad tardía (40 años o más) o pronta de embarazo (menos de 18 años)
* padecen preeclampsia
Si eres mamá de un bebé prematuro recordarás que todo el trabajo de parto comenzó con alguna de las siguientes situaciones: un sangrado, dolor de contracciones, ruptura de membranas (ruptura de fuente), una situación de toxemia (preeclampsia), excesivo flujo vaginal o cambios en los movimientos del bebé en el útero, entre otras probables. Y seguramente recuerdas ese episodio aún con angustia o tal vez, con tristeza. En el mejor de los casos te encuentras ya en casa cuidando de tu pequeño y seguramente sonríes al verlo, pues gracias a él descubriste lo que verdaderamente significa ser fuerte.
Si deseas conocer las historias de mujeres que atravesaron por una situación de parto prematuro o pretérmino puedes ir a la sección MAMÁS de Mundo Prematuros.
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